9 nov 2011
Hay ocasiones en que nuestros cuerpos ni siquiera se acercan y nuestras mentes han copulado ya....
Hay días en que me invade la sensación de que todo puede ser poesía, desde el primer bostezo al despertar, hasta el último parpadeo del día, pasando por todas esas inexplicables cuestiones que entran o salen de la cotidianeidad... Con el paso del tiempo he entendido que cada cual tiene su ritmo, su sonido, que cada ser baila al compás de la canción de su vida, esa que no comienza ni termina, que no es plana ni esplendorosa, sino que evoluciona con el mismo ser que la baila. Y al mismo tiempo se desdobla como ave que abre sus alas y levanta el vuelo hacia un universo más hermoso, menos complejo, menos oscuro, más perfecto. Somos luces iluminando un camino para ciegos. Somos sueños flotando en medio del cielo, navegando mar adentro entre las mentes dementes. Somos viento acariciando la espalda del tiempo...Anoche tuve un sueño de duendes lloviendo y lunas sonriendo, mientras nos cubriamos con un cuarto menguante para no mojarnos de brujas...la vida, la muerte, el sueño, el infierno, el tiempo, el amor, el miedo, la locura, el deseo...son tan efímeros y eternos como un café, un beso, una cerveza, un libro, un cigarro, una palabra, un perico, una playa, un paseo, una palabra, una guerrilla, una gota de lluvia, alguna brisa del sur...Sólo nos queda devorarlos mientras duran, mientras son eternos...Hay veces que nuestros cuerpos ni siquiera se acercan y nuestras mentes han copulado ya...
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